LA MAGIA PENSADA. MAGIA CON EL CEREBRO (SIN OLVIDAR LAS MANOS)

AUTOR: Ramón Riobóo

Con este libro de Ramón Riobóo la editorial Páginas inaugura una nueva colección, dedicada en exclusiva a los magos españoles. Una iniciativa sin duda alguna encomiable, a la que auguramos un largo y fructífero futuro.

El primer libro, desde luego, alcanza sobradamente el nivel esperado de una colección dedicada a nuestra magia. A pesar de que es el primer libro que escribe, Ramón Riobóo es un mago conocido por casi todos los magos españoles, debido a su constante presencia en congresos y asociaciones mágicas varias. Además, no hay que olvidar que ganó el primer premio de cartomagia en el Congreso Nacional de 1993, en Barcelona. Recuerdo casi como si hubiera ocurrido ayer que entró en escena como un torbellino, y con un dinamismo extraordinario nos dejó a todos alucinados con su Firma saltarina pero, sobre todo, con su Control en el caos. Qué gozada verle decir: ¡mezcla, mezcla los paquetes, pero mezcla más!

A los pocos días este marcianito se topó precisamente y por pura casualidad con un juego casi igual en la página 90 del libro de Vicente Canuto, y a partir de ahí se desencadenaron un montón de consecuencias que todavía hoy se suceden como fichas de dominó cayendo una tras otra… pero esa es otra historia, y desde luego no es la que procede contar ahora.

El caso es que a Ramón, por algún motivo que ahora mismo no logro discernir, siempre se le ha asociado con la magia «no manipulativa». En parte quizás ha sido por culpa de Juan Tamariz, que así lo presenta incluso en este mismo libro en el que escribe el prólogo, pero lo que hay que lograr por todos los medios es desterrar la idea de que magia no manipulativa equivale a magia de menor efecto o, peor aún, a magia «fácil». ¡En absoluto! De nuevo en parte por culpa de Juan Tamariz hemos aprendido que, con una baraja mnemónica y sin manipulaciones (de las clásicas, vamos), pueden lograrse los más aplastantes efectos mágicos, lo cual indica que, para bien de la humanidad (y especialmente de la humanidad que disfruta con la buena magia), algo está cambiando.

Sobre la forma

Lamentablemente, uno de los puntos débiles de este libro (aunque tampoco es que haya muchos, en absoluto), es la redacción. A pesar de que ha sido sometido a la implacable

corrección de estilo de la enigmática Gabriela Goldadler, esta vez por algún motivo que no ha trascendido la corrección gramatical del texto no ha sido tan exigente como suele serlo en otros libros revisados por Gabriela. Es cierto que no todos los magos son grandes escritores, ni falta que les hace! Y pueden tenerse muchas cosas que contar sobre magia sin tener especial habilidad para ponerlo negro sobre blanco. Ahora bien, un cierto rigor siempre es necesario, para mantener un orden y garantizar la inteligibilidad.

No quiere decirse con ello que La Magia Pensada no se entienda, ni mucho menos. Precisamente su estilo es directo y preciso; está escrito como si te lo estuviese explicando el autor en ese mismo momento. Sin embargo, en un libro de magia no debe ser descuidada en ningún momento su forma literaria, por muy minoritario que sea, sino que debe por supuesto estar a la altura de cualquier otro libro sobre cualquier otra materia.

Sobre el contenido
Y a pesar de los pesares, el contenido mágico del libro vale la pena. El volumen se divide en varios capítulos, ordenados con mucha astucia de menor a mayor complejidad. Así, desde el capítulo con juegos sin manipulación ni preparación se pasa a los juegos complejos, técnicos y con preparaciones elaboradas de la última parte del libro. Este crescendo es francamente acertado, ya que el interés de la lectura aumenta exponencialmente a medida que vas avanzando en las páginas.

Ramón, en sus efectos, intenta ser variado. No puede decirse ni mucho menos que todos sean meras adivinaciones de cartas, como ocurre muchas veces con los juegos conocidos como automáticos. Sin embargo, sí es cierto que este tipo de juegos peca a veces de ser demasiado complejos, por paradójico que parezca. Y me explico. Siempre me he preguntado por qué un espectador tiene que escoger una carta cortando un paquete, contando las cartas que lo componen, y sacando el mismo número de cartas de la baraja… o peor aún! Pasando una abajo, otra sobre la mesa, otra debajo, otra sobre la mesa… No sería más lógico que escogiese la carta sin más?

Es por eso me resisto a veces a utilizar estos medios extraños, por mucho que te permitan adivinar realmente la carta elegida, cuando con una simple ordenación mnemónica y un par de mezclas falsas convincentes puedo lograr el mismo efecto de una manera mucho más limpia y directa. La otra posibilidad te obliga a tener una convincente charla que justifique todos los extraños movimientos a realizar, porque en caso contrario ningún espectador creerá que de verdad se trata de magia, sino de un mero pasatiempo matemático. Y si no, lo incluyes directamente en la categoría de magia para magos, y ya está.

En cualquier caso, como digo, afortunadamente Ramón selecciona bien los efectos en el libro, pero sobre todo ofrece extensas explicaciones sobre la psicología de cada uno de los efectos, con el objetivo de maximizar su fuerza mágica. Y es cierto que, en estos comentarios, en estas ampliaciones, es cuando te das cuenta de que no estás ante un libro de juegos para principiantes.

Eso sí, se echan en falta en las explicaciones referencias sobre las ideas inspiradoras de cada uno de ellos. Soy perfectamente consciente de que es muchas veces complicado ofrecer los créditos correspondientes de cada uno de los efectos desarrollados, a veces incluso imposible, pero no obstante, cuando escribes un libro, se convierte en una obligación insoslayable por respeto a quienes te han inspirado, y en cambio Riobóo no le presta demasiada atención a estos aspectos.

En cualquier caso, y además de los juegos concretos que más adelante comentaremos, en el libro el autor dedica también bastantes páginas a diversas consideraciones teóricas y técnicas, como son la adición de cartas, la cuenta biddle, la descarga en el regazo, la carta tratada, etcétera. Técnicas varias que posteriormente serán empleadas en varios de los efectos explicados. Es realmente muy interesante la clasificación que hace Riobóo de los «momentos», diferenciando entre peligrosos, débiles, aburridos y confusos. También me ha gustado su comentario sobre las florituras, que comparto plenamente. En cualquier caso, se nota claramente que se trata de un libro pensado de magia pensada.

Sobre los juegos
Como es natural, de entre las tres docenas de efectos explicados hay para todos los gustos. Como hemos dicho antes, están acertadamente clasificados en capítulos y, aunque la selección ha sido rigurosa, no todos pueden ser bombas para los espectadores. Y además se nota que algunos son, directamente, magia para magos (que tampoco está mal, ¡no nos confundamos!).

La gracia del tema es que Ramón ha vivido cada uno de los juegos, y por eso sabe cautivarte con la mayoría de ellos sabiamente, explicando el efecto con detalle y desarrollándolo posteriormente con todos los pormenores necesarios.

Ya la simple lectura del primer juego en el segundo capítulo (el primero es «teórico»), Adivinación a tres cortes, es una auténtica gozada. Es el típico efecto que te suena haber leído mil veces en alguno de los muchos libros de Florensa hace un montón de años pero que, tal como lo explica Ramón, te cautiva… ¡y eso que se trata de una simple adivinación!

Cuatro predicciones, por su parte, es fácil pero extraordinariamente efectivo, así que aconsejaría a cualquiera que lo leyese con cariño porque seguro le gustará el efecto.

Los paquetitos que se alternan supone otra adivinación de carta, pero por un sistema muy ingenioso que te gustará. Es cierto, puedes adivinarla a golpe de mnemónica, pero sin embargo no podemos despreciar el ingenio que encierra este efecto. ¡Magia para magos!

También incluye Ramón en el primer capítulo (y, en general, en todo el libro), varios efectos de deletreos. Como he escrito ya en alguna ocasión, estos juegos no se encuentran entre los preferidos del marcianito, y sin embargo hay que reconocer que encierran mucho ingenio.

Telepatía, Rayos X y Telekinesia es un efecto, por su parte, con una modélica construcción in crescendo que puede (y debe) servir de ejemplo para cualquier rutina. Magia de la buena.

El tercer capítulo del libro, no sé por qué, no contiene los juegos que más me gustan del libro. Los efectos presentados no son siempre los más impactantes y originales (se trata más bien de adivinaciones y localizaciones), a pesar de que el último, Haga Usted tres montones, que yo no toco la baraja! encierra un secreto ingeniosísimo, que también encontramos en algún otro juego del libro, y que no debes pasar por alto.

Del cuarto capítulo destaco sin dudar Ladrón y abogado, una suerte de Reyes Cazadores plus, con una charla inteligente y muy divertida. Por su parte, Asmodeo se manifiesta presenta el efecto en que tres cartas escogidas aparecen vueltas en la baraja, también de manera muy efectiva.

Completa este capítulo La carta que viaja en el tiempo, un efecto que me ha recordado bastante al famoso Between the palms, de Elmsley, lo cual ya es una garantía.

En el quinto capítulo se explican dos juegos «con preparación». El primero constituye la localización de las cuatro cartas del mismo valor, y el segundo una adivinación de carta algo confusa, con viaje al bolsillo incluido. Pues bueno. Ahora, las joyas de la corona están en los capítulos 6, 7 y 8, y eso se nota. Concretamente el capítulo sexto se dedica a los efectos con barajas ordenadas y mnemónica. ¡Cuánta magia hay en estas pocas páginas!

Ya el primer juego es magistral en su construcción. Los cinco sentidos contiene una sucesión de tres adivinaciones, en condiciones cada vez más desconcertantes y cada vez con un medio distinto. Se trata «sólo» de adivinar cartas, es cierto, pero la rutina está inteligentísimamente concebida.

Control en el caos, al que anteriormente hemos hecho referencia, también se encuentra en este capítulo, y en la misma explicación de Juan Tamariz que incluyó en su Sinfonía en mnemónica mayor. Dado que la explicación ya estaba escrita en ese libro, Ramón se limita a reproducirla en La Magia pensada. El efecto es sensacional: una baraja mezclada «de verdad» es dividida en varios paquetes, que se mezclan entre sí caras arriba y caras abajo varias veces de manera más que convincente. El mago adivina a continuación exactamente las cartas que se encuentran en cada uno de los paquetes, caras arriba y caras abajo. Una pasada. Uno de los efectos que prácticamente todos los lectores incorporarán a su repertorio (si no lo han hecho ya).

Súper telepatía para descreídos es otra obra maestra. De una baraja mezclada de verdad se escogen varias cartas que el mago adivina de manera inexplicable. La inteligencia del método es sensacional. Con la simple lectura ya te entusiasmas, así que imagínate cómo debe ser para el que lo ve hacer! Al igual que ocurre con Presentación telepática (dentro de un orden). Sencillamente magistral. En este efecto, Riobóo aprovecha la ordenación Si Stebbins hasta límites insospechados. Si en mi planeta usáramos sombreros me lo quitaría para leer este juego. Magia pensada pero de verdad.

En el capítulo siete, dedicado a los efectos con cartas duplicadas, especiales o accesorios encontramos la famosa Carta grapada de Riobóo. Se muestran dos comodines grapados; se da a escoger y firmar una carta; la carta se pierde, y reaparece grapada a uno de los comodines.

La rutina me gusta mucho, pero siempre he pensado que lo lógico sería que la escogida apareciese grapada entre los dos comodines grapados, y no que sustituyese a uno de los comodines, para quedar el otro suelto. Sin embargo, hay que reconocer que el juego es muy fuerte, y que sorprenderá a cualquier espectador si se presenta bien, aunque tal vez estas fiestas intente encontrar una solución a mi variante del efecto. No sé si lo lograré, pero en cualquier caso os mantendré informados.

La magia de la carta vuelta es un efecto sencillo, claro, limpio y súper fuerte: una carta escogida se vuelve en una baraja y aparece vuelta en otra baraja distinta (y puede comprobarlo extendiendo el mismo espectador, no sé si me explico…). Muy interesante, sobre todo por los detalles psicológicos que el autor añade.

Corte súper exacto es otra rutina limpia, rápida y absolutamente comercial. Muy recomendable.

El mes aciago, en cambio, es algo más complejo y menos limpio, al igual que La carta borrada, pero no por ello dejan de ser interesantes. La rutina de James Bond es también más elaborada, pero propone una charla que otorga variedad al conjunto, así que no se puede pedir más.

En el último capítulo del libro se explican efectos con la carta tratada, e incluye, no te lo pierdas, un juego de reunión de ases! Realmente no sé si el mundo necesitaba una nueva versión de este efecto, pero puestos a escribir un libro, desde luego no veo ningún motivo para no ponerla.

Las tres apuestas es un efecto distinto y divertido, también inteligentemente construido, con un crescendo de magia muy acertado, a pesar de que nunca he sido demasiado partidario de que el mago apueste con el público. Las apuestas implican rivalidad, y la emoción mágica se logra con complicidad, no con rivalidad. O al menos en mi opinión, por supuesto.

El libro se cierra con otro de los clásicos de Riobóo: La firma saltarina, en la que el mago enseña una predicción en su bolsillo que resulta ser la carta que luego será escogida y firmada, cambiando incluso el color de su dorso. A pesar de que es un juego comercial, y estoy seguro de que su autor se siente orgulloso de él (y con motivos sobrados), no es mi efecto preferido del libro. El grave inconveniente de que la carta predicción sea firmada sólo por el mago y no por el espectador creo que es casi contraproducente. Por qué la firma el mago? Si la van a firmar, por qué no lo hace ya el espectador, para más garantías? Un momento débil, como diría el mismo Ramón, que puede ser suplido con una buena presentación, pero que sin embargo resta rotundidad al efecto.

Conclusiones
Con todo lo anterior ya te puedes hacer una idea más que suficiente. Este libro contiene magia de la buena, con muchos efectos que valen la pena y que merecen toda tu atención. Cualquier mago con inquietudes en el mundo de la cartomagia moderna encontrará en él ideas y efectos que le gustarán, claramente explicados y listos para ser aprendidos y puestos en práctica. Se trata, por tanto, de un primer volumen de la colección «Magos españoles» que deja el listón muy alto, aunque estoy seguro de que esto no será problema alguno para los futuros volúmenes, ya que la magia española viene con garantía de calidad. ¡Y que dure muchos años!

Empresa editora, ciudad, año: Editorial Páginas, Madrid, 2002.
Materia tratada: Cartomagia.
Número de páginas: 237.
Idioma: Castellano.
Encuadenación: En rústica.
Explicaciones prácticas: Muy buenas.
Explicaciones teóricas: Muy buenas.
Ilustraciones: Fotografías, no muy numerosas pero suficientes.
Calidad de los efectos: Buenos, muy buenos y excelentes.
Claridad de las explicaciones: Alta.
Dificultad: Baja-media.
Utilidad: Alta.
Valoración global: Muy interesante para cualquier cartomago.

Articulo escrito por slydini en el foro Magia Potagia

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